La Iglesia en los documentos que tratan sobre la música sacra, pide y promueve la formación musical.
Así, promueve la formación de coros y Schola Cantorum sobre todo en las Iglesias importantes y las catedrales. También recomienda que se erijan institutos superiores de música sacra. (sacro sanctum concilium 115)
"Procúrese sostener y promover del mejor modo donde ya existan las escuelas de música sagrada y concúrrase a fundarlas donde aún no existan, porque es muy importante que la Iglesia misma provea la instrucción de sus maestros, organistas y cantores conforme a los verdaderos principios del arte sagrado." (Tra le solecitudini 28)
Se pide de igual modo los seminaristas y religiosos reciban formación musical:
"Dése mucha importancia a la enseñanza y a la práctica musical en los seminarios, en los noviciados de religiosos de ambos sexos y en las casas de estudios, así como también en los demás institutos y escuelas católicas; para que se pueda impartir esta enseñanza fórmense con esmero profesores encargados de la música sacra" (sacro sanctum concilium 115)
La formación de los responsables de la música
Es importante que quienes hacen la música tengan una buena formación musical.
"Siempre que pueda hacerse una selección de personas para la acción litúrgica que se celebra con canto, conviene dar preferencia a aquellas que son más competentes musicalmente, sobre todo si se trata de acciones litúrgicas más solemnes o de aquellas que exigen un canto más difícil o se transmiten por radio o televisión" (musicam Sacram 8)
También es importante una formación litúrgica.
"Dése también una genuina educación litúrgica a los compositores y cantores, en particular a los niños" (sacro sanctum concilium 115)
Y el musicam sacram señala:
"Es muy de desear que los organistas y demás instrumentistas no sean solamente expertos en el instrumento que se les ha confiado sino que deben conocer y penetrarse íntimamente del espíritu de la liturgia, para que los que ejercen este oficio, incluso desde hace tiempo enriquezcan la celebración según la verdadera naturaleza de cada uno de sus elementos y favorezcan la participación de los fieles" (89)
"Además de la formación musical, se dará también a los miembros del coro una formación litúrgica y espiritual adecuada, de manera que, al desempeñar perfectamente su función religiosa no aporten solamente más belleza a la acción sagrada y un excelente ejemplo a los fieles, sino que adquieran ellos mismos un verdadero fruto espiritual" (musicam sacram 25)
Próxima entrega: ¿Cómo es la música en la liturgia?
Bibliografía
musicam sacram 1968 Paulo VI
Sacro sanctum concilium 1963 Paulo VI
Tra le sollecitudine 1903 Pío X